Un ciclo de lecturas y encuentros en torno al uso de la palabra en la escena contemporánea.
Aquí la presentación del ciclo por su comisario, Carlos Rod.
Transfusiones escénicas: usos domésticos de la palabra aquí y ahora
Desde dónde decir la palabra, y a quiénes. La palabra pública. Desde dónde custodiarla. La palabra colectiva. Si el teatro lo funda el gesto público de hablar y callar en público, de conformar un espacio común por medio del cuerpo, ya esté presente o ausente, de tomar postura ante los dictados, pongamos, del mercado y de los medios de comunicación, tan dados a adueñarse del significado de las palabras, se desprende entonces que su cometido sigue siendo aún hoy, y siglos después, un acto de resistencia y, por tanto, de combate. Un instrumento para poner a prueba, una y otra vez, el lenguaje de nuestra época.
La Biblioteca Nacional de España invita a cuatro creadores escénicos a que nos revelen su forma de habitar estos tiempos de cambio a través de la práctica de la palabra. Cuatro imaginarios: Pilar Campos, Pablo Gisbert, La Tristura y Emilio Tomé en un ciclo coordinado por el editor Carlos Rod; que, al margen de los grandes nombres y de lo mediático, han sabido labrarse una voz propia, si bien atravesada por muchas otras y, cómo no, por un mismo contexto socioeconómico y cultural, ese ruido de fondo que se oye aquí y ahora.
– Carlos Rod
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Para esta ocasión decidí presentar la performance “I´m Still Here”. Se retransmitió por streaming la primera parte, dejando la segunda parte “oculta” a los ojos internautas. Paradójicamente, fue visible aquello que “pasaba en directo”, mientras que el vídeo que se proyecta quedaba oscuro, solo para aquellos que aquella tarde de frío polar se acercaron a la Biblioteca Nacional.
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Este fue el texto de presentación de la performance:
Cada vez me gusta menos esto. Vosotros enfrente y yo delante. Preferiría estar ahí con vosotros, mirando algo juntos. Algo que no está enfrente, en un escenario, sino que está en otro lado. Al lado, pero en otro lado. Y me gustaría que pudiéramos construir una nueva relación, un nuevo vocabulario, unas canciones nuevas y unos bailes que nos de vergüenza practicar como la primera vez que uno se lanza a bailar en una discoteca, en un bar.
Esta pieza se constituye como un gesto escénico. Un gesto, eso sí, preciso y simple: un gesto de abandono, de hartazgo, de cansancio. El artista, por fin, abandona la escena y con esa acción crea un vacío, un hueco, una ausencia. Un lugar desde el que otra voz y otro rostro nos cuente su historia.
Y aquí está el vídeo que se retransmitió (deformado en sus proporciones, sí, no estoy tan delgado…):
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Os dejo la información del ciclo en el que, en esta primera edición, participaron también Pablo Gisbert, la Tristura y Pilar Campos, junto a Gichi-Gichi Do:
http://www.bne.es/es/Actividades/Ciclos/Temporales/2015/Transfusionesescenicas/